Las grasas son uno de los macronutrientes esenciales en la alimentación. Deberían representar entre un 20-30% de nuestra ingesta calórica diaria, por supuesto, teniendo en cuenta la calidad
de las grasas.
Tienen diversas funciones en nuestro cuerpo; son fundamentales para el correcto funcionamiento de las hormonas, funcionan como depósito de energía, están presentes en las membranas celulares, sirven de aislante térmico, ayudan a la absorción de vitaminas liposolubles…
Tipos de grasas, de menos a más saludables:
TRANS: aportan muchísimo sabor a los alimentos y estimulan al máximo nuestras papilas, lo que crea una enorme palatabilidad. Su consumo debería ser el mínimo posible.
SATURADAS: proceden en su mayoría de alimentos de origen animal, su abuso conlleva problemas de colesterol, triglicéridos y complicaciones cardiovasculares.
INSATURADAS: proceden en su mayoría de alimentos de origen vegetal, son las grasas saludables y beneficiosas para nuestro organismo. Reducen el colesterol malo y aumentan el bueno y son fundamentales para nuestro cerebro, etapas como el embarazo y la lactancia.
SATURADAS: proceden en su mayoría de alimentos de origen animal, su abuso conlleva problemas de colesterol, triglicéridos y complicaciones cardiovasculares.
INSATURADAS: proceden en su mayoría de alimentos de origen vegetal, son las grasas saludables y beneficiosas para nuestro organismo. Reducen el colesterol malo y aumentan el bueno y son fundamentales para nuestro cerebro, etapas como el embarazo y la lactancia.
- MONOINSATURADAS: aceite de oliva virgen extra, aguacate, frutos secos, aceitunas…
- POLIINSATURADAS: omega-3 y omega-6, ácidos grasos fundamentales que nuestro organismo no puede fabricar, necesitamos obtenerlos de la alimentación. Aceite de oliva, nueces, pescados azules, semillas de girasol…
Si basas tu alimentación en materias primas, alimentos frescos de temporada y variados no tendrás ningún problema.
- POLIINSATURADAS: omega-3 y omega-6, ácidos grasos fundamentales que nuestro organismo no puede fabricar, necesitamos obtenerlos de la alimentación. Aceite de oliva, nueces, pescados azules, semillas de girasol…
Si basas tu alimentación en materias primas, alimentos frescos de temporada y variados no tendrás ningún problema.