Hoy nos hemos propuesto arrojar un poco de luz en el interpretado del etiquetado.
¿Quieres saber cómo la industria alimentaria juega con las decisiones del consumidor?
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La gran mayoría de las personas que van al supermercado no son expertos en lectura de etiquetas, por lo tanto, se fijan casi siempre en la parte delante del envase de los alimentos procesados. En esta zona es donde podemos encontrar términos tan atractivos como; ecológico, rico en fibra, sin azúcares añadidos, bajo en sal… Términos que nos hacen pensar que ese producto que incluimos en nuestro carrito de la compra es una elección saludable y estupenda.
Pues bien, aquí exponemos la realidad de cada una de esas “trampas” que tenemos que sobrepasar en cada visita al supermercado.
Productos light: este tipo de alimentos surgieron en respuesta a la obsesión por las kcal diarias, si comiendo un exceso de kcal engordo comiendo pocas kcal adelgazo. La realidad es que los productos light son aquellos que han reducido al menos un 30% su contenido energético respecto al producto original. Pero esa licencia hace que el consumo de la ración sea mayor, con lo cual no son una buena opción.
Alimentos ecológicos: aquellos alimentos que se hayan producido de manera natural, sin el uso de sustancias químicas que alteren el ciclo vital. Pueden ser saludables o no, hay que tener en cuenta otros factores.
Alimentos ecológicos: aquellos alimentos que se hayan producido de manera natural, sin el uso de sustancias químicas que alteren el ciclo vital. Pueden ser saludables o no, hay que tener en cuenta otros factores.
Alimento rico en fibra: aquellos alimentos que tengan un mínimo de 6g de fibra por 100g de producto. Ojo, no es lo mismo que un alimento integral.
Sin azúcares añadidos: aquellos alimentos que no contiene azúcares añadidos en su formulación, pero puede contener edulcorantes artificiales que tampoco son nada aconsejables.
Bajos en sal: alimentos que tengan menos de 5g de sal por 100g de producto. Esto no los hace más o menos saludables, hay que tener en cuenta en resto de los ingredientes.
Si tienes en cuenta estas indicaciones verás que no hay nada mejor que basar tu alimentación en materias primas y alimentos procesados sencillos, todo aquel que tenga más de 5 ingredientes y reclamos publicitarios de este tipo tiene trampa.
Sin azúcares añadidos: aquellos alimentos que no contiene azúcares añadidos en su formulación, pero puede contener edulcorantes artificiales que tampoco son nada aconsejables.
Bajos en sal: alimentos que tengan menos de 5g de sal por 100g de producto. Esto no los hace más o menos saludables, hay que tener en cuenta en resto de los ingredientes.
Si tienes en cuenta estas indicaciones verás que no hay nada mejor que basar tu alimentación en materias primas y alimentos procesados sencillos, todo aquel que tenga más de 5 ingredientes y reclamos publicitarios de este tipo tiene trampa.