El eje intestino- cerebro- piel está formado por la microbiota, el sistema nervioso central y el
sistema nervioso entérico (también llamado segundo cerebro, nuestros intestinos).



Muchas personas padecen problemas de salud que se manifiestan también en trastornos cutáneos. Estos problemas residen la mayoría de las veces en el intestino y su microbiota. Existe una relación estrecha entre las alteraciones de la microbiota y los problemas de la piel.
Encontramos numerosos factores pueden dañar la flora normal del intestino, aumentando su permeabilidad y creando así pérdidas de los intestinos e inflamación.

Las últimas investigaciones afirman que la piel también puede verse comprometida por diferentes situaciones es estrés.







El estés prolongado estanca las digestiones en el intestino, esto provoca un crecimiento de bacterias que pueden comprometer la barrera intestinal. Esta situación empeora con una mala alimentación.

En nuestro organismo residen millones de bacterias que influyen en la salud integral, también en el funcionamiento de nuestras células cutáneas. La piel es una barrera natural, actúa como muro protegiéndonos de sustancias dañinas, la luz ultravioleta, agentes patógenos… Si se ve comprometida dichas sustancias dañinas pueden penetrar por las capas de la piel.

Por lo tanto, nos queda claro que la combinación de una dieta pobre en nutrientes y una vida con niveles de estrés altos desencadenan números alteraciones cutáneas.

La fibra es la causante del crecimiento de nuestras bacterias beneficiosas, cuando no se consume suficiente fibra en la alimentación las digestiones se vuelven lentas, lo que lleva a la proliferación de bacterias negativas que cambian por completo el equilibrio de la microbiota.

La inflamación que resulta de este proceso se ve reflejada en la piel. Debemos promover el crecimiento de nuestras colonias beneficiosas del intestino, tus nuevos aliados los probióticos te lo van a poner fácil.

1. Consume alimentos frescos, naturales y de temporada
2. Más alimentos de origen vegetal y menos animal
3. Elige bien los productos lácteos que tomas, potencia los probióticos
4. Gestiona tus niveles de estrés endógeno y exógeno
5. Utiliza cosméticos de calidad, cuida tu piel es tu barrera natural